Uno de los grandes retos al que nos enfrentamos los formuladores es el desarrollo de productos solares.
Entre las continuas revisiones que conducen a nuevas restricciones y la mala prensa que tienen algunos, cada vez estamos más limitados y se complica la fase de desarrollo. Esto sumado a las exigencias del consumidor (No graso, No brillo, de fácil extensibilidad, ligero, que no forme bolitas al aplicarlo y que sea sostenible…)
Después de un periodo muy largo formulando solares, comparto algunos filtros con los que merece la pena trabajar aunque en mi opinión no existe el filtro perfecto (a nivel de sensorialidad) ya que no podemos pretender que un solar tenga la textura de una crema hidratante porque su función es proteger de la radiación solar.
5 requisitos que deben cumplir los fotoprotectores
- Seguridad y eficacia: En caso de los fotoprotectores estos dos términos van de la mano. Un fotoprotector eficaz debe cumplir el SPF que indica en el etiquetado mediante ensayos de eficacia y si no lo cumple afectaría a la seguridad del consumidor.
- Sostenibilidad: Este término engloba la biodegradación, la toxicidad acuática y el potencial endocrino. Durante la etapa de diseño del producto solar, es importante conocer los riesgos ecotoxicológicos de los filtros e intentar hacer una selección de filtros solares con menos impacto sobre el medioambiente, para ello se puede hacer una evaluación del impacto medioambiental mediante pruebas ecotoxicológicas que consisten en evaluar la toxicidad de una sustancia en diferentes organismos. Una de las pruebas más utilizadas es la de las daphnias que consiste en la exposición de estas a la sustancia a evaluar y se calcula la dosis de la sustancia que provoca la inmovilización del 50 % de las daphnias durante 24 horas. Otro parámetro a evaluar es la biodegradabilidad, calculando el porcentaje de biodegradabilidad del producto acabado . Aunque para poner el claim “fácilmente degradable” se refiere a un ingrediente en concreto y no al producto terminado. Importante también tener en cuenta filtros no dañinos para los corales, una pieza importante para la supervivencia de los ecosistemas marinos. A día de hoy, se han desarrollado varías aplicaciones que evalúan la compatibilidad medioambiental de los filtros solares y que nos pueden servir de gran ayuda para la selección de filtros sostenibles durante la etapa de desarrollo.
- Cosmeticidad: Es el parámetro más complicado en una fórmula solar sobre todo si se trata de Índices de protección alta. Ya que va a depender de la cantidad de filtros que se usa en la fórmula. Si trabajamos con filtros en polvo, mientras más cantidad de filtros, mayor es la cantidad de emolientes para dispersar los filtros por lo tanto aumenta la sensación grasa aunque ya hay emolientes con buen rendimiento y tacto menos graso . Y si usamos los filtros líquidos, no necesitan emolientes pero por si aportan grasa. Para evitar la sensación grasa, lo ideal es trabajar con filtros hidrosolubles con la desventaja de que son menos sostenibles. Otro parámetro muy valorado por el consumidor es la sensación de brillo. Productos solares con un índice UVA alto darán mucho brillo. Lo ideal es trabajar con una mezcla de filtros para conseguir minimizar estos efectos negativos a nivel sensorial.
Filltros con los q merece la pena formular con sus pros y contras
Bis-Ethylhexyloxyphenol Methoxyphenyl Triazine
Filtro organomineral de amplio espectro cubre UVA y UVB. Dispersable en aceite. Tiene muy buen rendimiento. Posee un color amarillo y tiene un precio alto en comparación con otros filtros. Concentración máxima permitida 10%.
Diethylhexyl Butamido Triazone
Filtro químico que tiene muy buen rendimiento combinado con otros filtros. Dispersable en aceite. Eficaz frente a radiación UVB. Compatible con la mayoría de los filtros. Concentración máxima permitida 10%.
Phenylbenzimidazole Sulfonic Acid
Filtro químico soluble en agua (inconveniente para medioambiente) ideal para la formulación de productos solares transferentes como geles y sprays . Se trata de un polvo de color blanco pero al neutralizar con una base se vuelve transparente. Buena cosmeticidad. Pero hay que trabajar a PH superior a 7. Concentración máxima 8%.
Butyl Methoxydibenzoylmethane
Filtro químico imprescindible para la formulación de solares con índice UVA alto. Dispersable en aceite. Importante estabilizar con Octocrylene o Bis-Ethylhexyloxyphenol Methoxyphenyl Triazine. Concentración máxima permitida 5%. Uno de los filtros con los que hay que evitar en la fórmula es el Ethylhexyl Methoxycinnamate ya que juntos se pueden degradar cuando están sometidos a radiación por lo que podría dar lugar a una disminución del SPF y UVA-PF.
Tris-Biphenyl Triazine
Hace poco que he empezado a trabajar con este filtro y me esta gustando mucho. Tiene muy buen rendimiento frente a UVB y UVA. Con pequeñas concentraciones, se consiguen SPF altos. Se añade a la fase acuosa. El único inconveniente es que a dosis más altas puede blanquear.
Claims en productos solares
Una tendencia es reivindicar el número de filtros usados en la fórmula. Hay muchas fórmulas donde se reinvindica « SPF 50 con tan solo 4 filtros ». En mi opinión hay que reivindicar el porcentaje total de filtros usados y no número de filtros, porque se pueden conseguir índices de fotoproteccion altos con porcentajes bajos de varios filtros.
Por último sería interesante hacer una selección de emolientes usados para la formulación de productos solares en el próximo artículo.